Playa de Porcía
Junto con la de Frejulfe, la Playa de Porcía fue una de las que más me gustó de la zona del Parque Histórico del Navia, que visitamos hace dos veranos. En ella desemboca el río del mismo nombre.
Se trata de una playa estrecha y alargada, de unos 300 metros de longitud, con islotes, cuya zona de arena está plagada de grandes rocas que forman arcos y huecos dando un paisaje precioso. Hay algunas rocas también algo más pequeñas justo en la zona de playa por lo que tendrás que buscar un hueco entre ellas para poner la toalla.
Debido a las rocas y pared de piedra, podemos encontrar sombra fácilmente.
Cuando fuimos encontramos una playa bastante llena y con aguas tranquilas, no como otras más abiertas de la zona donde debido al oleaje se puede practicar surf.
La pega es que al ser una playa no muy ancha, en cuanto sube la marea se pierde zona de arena y acabarás pegado a la pared.
Tiene servicio de duchas, aseos y varios restaurantes a lo largo de la calle que baja a la playa, junto con un chiringuito justo en su acceso.
También hay una zona de césped y merendero en una pequeña explanada justo en la bajada a la playa.
Para acceder, debes seguir las indicaciones y verás varios aparcamientos según te acercas a la playa, los más cercanos a ésta son cada vez más pequeños. Una vez aparcado el coche, deberás acceder andando a la playa, pero se llega enseguida.