Las Cuevas de Andina
Por recomendación de la dueña de la casa en la que nos alojábamos durante nuestras vacaciones en el Concejo de Navia, Asturias, una mañana hicimos la visita a las impresionantes Cuevas de Andina. La verdad es que me gusta preguntar a la gente local cosas para ver, hacer o sitios para visitar, siempre descubres cosas nuevas. Este lugar ni siquiera estaba en mi itinerario pero cuando nos lo comentó me pareció muy interesante y decidimos visitarlo.
Para poder conocer estas cuevas (que no son tales) es imprescindible reserva vía telefónica (en el enlace de abajo tienes todos los datos de contacto). La visita es siempre guiada y se realizan dos cada día (excepto los lunes) una por la mañana (12:00) y otra por la tarde (16:30). Ten en cuenta que la visita es larga, dura hora y media, por si tienes que ir a algún sitio después o calcular cuánto tardas en llegar hasta aquí.
Cuando llegues, una señal desde la carretera indica la entrada. Encontrarás un pequeño aparcamiento que da de sobra ya que los grupos no son muy numerosos, unas mesas de pícnic y una pequeña caseta al fondo donde recoger las entradas reservadas a tu nombre.
Es conveniente llevar agua y calzado apropiado, mejor si es bota de montaña o de senderismo con suela con relieve ya que el terreno es bastante resbaladizo en algunas zonas.
Como comentaba, la visita es guiada, no se puede recorrer por tu cuenta y es larga, aunque con las maravillosas explicaciones de la guía el tiempo pasa volando. La dificultad de la ruta es baja y había niños cuando fuimos que pueden recorrer el camino perfectamente. Sólo hay que prestar atención a los terrenos y zonas más resbaladizos aunque la guía avisa para ir con precaución.
El origen de estas cuevas, que no son tales, es la explotación romana en los siglos I y II d. de C. para la extracción de oro mediante el arrastre del mineral por medio del agua traída de montañas cercanas. Recordaría, sin lugar a dudas, a las Médulas aunque con tanta vegetación las cavidades que se forman quedan ocultas y es necesario recorrer el camino para poder verlas.
Se encuentra en un valle de roca caliza en el que predominan los laureles, castaños, madroños, acebos, tejos, fresnos, robles... que descubrirás gracias a los paneles informativos que recorren la ruta. Un precioso bosque en medio de estas cuevas. Además, su ubicación produce un microclima por lo que hay prácticamente la misma temperatura y humedad durante casi todo el año. De hecho, durante el recorrido la guía nos llevó a uno de los puntos más altos en los que al subir y "salir a la superficie" se notaba mucho más calor que durante la ruta.
Hay también gran cantidad de animales como zorros, murciélagos, diferentes tipos de aves, etc. Pero éstos, obviamente, no se pueden ver ya que huyen del ser humano.
Una vez reunido todo el grupo comenzamos la visita por un camino sencillo para recorrer, de forma circular, toda la ruta, recovecos, cuevas, antiguos caleros, las curiosas formaciones de las rocas, etc. Disfrutamos de todos los secretos y curiosidades gracias a las explicaciones tanto históricas como botánicas y zoológicas de la guía que nos enseñó diferentes especies de árboles, las zorreras, restos de murciélagos... Es un recorrido circular por el que subes y bajas y pasas por sendas y zonas más estrechas, cuevas, escaleras, etc.
Una visita recomendadísima que se puede complementar a la perfección con otra visita a Las Médulas para comparar y conocer más este tipo de minas.
Datos prácticos
Carretera FR-6, El Franco, Asturias, España
Imprescindible reserva
Horario: del 1 de julio al 30 de septiembre de martes a domingo a las 12:00 y a las 16:30. Lunes cerrado. Fuera de estas fechas se abre en determinados momentos del año como puentes, Semana Santa, etc. Consultar.
Precio: entrada general 3€. Martes gratuito
Duración de la visita: hora y media
Se pueden hacer fotografías
Tipo de ruta: circular
Dificultad baja
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