Un día en Amberes

  Cuando llegamos a Amberes nos encontramos con una ciudad completamente en obras y restauración. Salvo algunas excepciones casi todo eran andamios por aquí, andamios por allí. Una verdadera decepción ya que en nuestro anterior viaje a Bélgica no pudimos visitar la ciudad y esta última vez nos habíamos organizado para pasar un par de días en ella y patearla bien. Lo que realmente me molestó es que en ninguna web de turismo ni del ayuntamiento se indicaba que los monumentos y edificios principales estuvieran así por lo que nosotros organizamos la visita como si pudiésemos ver muchas cosas y, finalmente, no pudimos ver casi nada.
  Pero no todo es negativo y siempre encuentras lugares visitables y bonitos que pasaré a destacar en esta entrada.
  No visitamos, por obras como he comentado: la catedral, el castillo, la casa de Rubens, el ayuntamiento, ciertas calles y edificios varios. Por lo que no hablaré de ellos o sólo los nombraré ya que no pudimos apreciarlos ni visitarlos.

Amberes
Ayuntamiento

Amberes

Amberes

  Lo que sí pudimos ver y conocer fueron otros lugares que bien merecen mención:
  • La preciosa estación de tren: llegamos a Amberes en tren desde Brujas y nos impresionó su preciosa estación central. Se trata de un edificio enorme que fue construido entre 1899 y 1905 por Louis Delacenserie en estilo ecléctico, con una luminosidad maravillosa que no deja indiferente a nadie. Sin duda es una de las estaciones de tren más bonitas del mundo. Nada hacía presagiar que nada más salir de allí los andamios se habían apoderado de la ciudad.
Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes

Estación Central de Amberes
Estación Central


Calles de Amberes

Calles de Amberes

Calles de Amberes
Calles de Amberes

  Tras darnos cuenta de la situación, decidimos ir al hotel a dejar las maletas e intentar buscar algún rinconcito libre de andamios y lo encontramos ¡menos mal!
  • Nos llamó muchísimo la atención el Túnel de Santa Ana: un túnel de 572 metros de longitud excavado entre 1931 y 1933 para pasar al otro lado del río Escalda. Es una obra impresionante que no deja indiferente a nadie. Puedes recorrerlo a pie o en bicicleta, nosotros lo atravesamos a pie y estuvimos una hora entre la ida y la vuelta y el tiempo que paramos a contemplar las vistas al otro lado del río. Para bajar hay que acceder por un edificio que hay en una placita (hay otro igual al otro lado) donde puedes ver algunas imágenes de la construcción del túnel, de la inauguración, etc. y desde donde se llega a las originales escaleras mecánicas ¡de madera! que bajan hasta abajo, a partir de ahí, es un recorrido llano hasta el otro lado donde encontrarás unas bonitas vistas de la ciudad. El paso, por supuesto, es gratuito.
Túnel de Santa Ana

Túnel de Santa Ana

Túnel de Santa Ana

Túnel de Santa Ana

Túnel de Santa Ana
Túnel de Santa Ana

Vistas de Amberes
Vistas de Amberes


  • Desde aquí fuimos dando un paseo hasta el MAS, no por entrar la museo sino porque la última planta del mismo, el "panorama", es gratuito y con el buen día que hacía nos animamos a subir y contemplar las vistas. Debes subir hasta la décima planta y, si coges las escaleras mecánicas, tendrás la oportunidad de ir viendo el edificio y algunas de las obras. Arriba del todo te esperan unas impresionantes vistas de la ciudad y del puerto.
MAS. Amberes

MAS. Amberes

MAS. Amberes

MAS. Amberes

MAS. Amberes
MAS


  • Muy bonitas y que no hay que perderse son las callejuelas del centro y alrededores de la catedral: desde el callejón Vlaeykens hasta el otro lado de la catedral donde descubrirás edificios y rincones preciosos y alguna que otra cervecería que merece la pena y de las que os hablaré en las siguientes entradas: Quinten Matsijs y Paters Vaetje.
Amberes

Amberes

Amberes

Amberes

Amberes

Amberes
Callejuelas del centro
  • Al pasar por la catedral pudimos escuchar un concierto de campanas sentados en la terracita de la cervecería Blauwmoezel y ver la bonita estatua de "Nello y Pastrasche", obra del artista Batist Vermeulen y que se inspira en la novela El perro de Flandes que cuenta la historia del huérfano Nello que murió congelado de frío junto a su perro Pastrasche cuando quisieron ir a ver las obras de Rubens a la catedral. La preciosa escultura se representa arropada con una manta de adoquines.
Nello y Pastrasche

Nello y Pastrasche
"Nello y Pastrasche"


Catedral de Amberes
Catedral de Amberes
  • Lo último que visitamos antes de salir de la ciudad fue el barrio de los diamantes: sinceramente, ni fu ni fa, es simplemente una calle con muchísima seguridad en la que algunos locales tienen en el escaparate el proceso explicativo del pulido de los diamantes, nada reseñable salvo mencionar que Amberes controla el 80% del mercado del diamante en bruto. En los alrededores podrás ver multitud de joyerías.
Amberes

Amberes
Barrio de los Diamantes

  En vista de que no podíamos visitar mucho más de lo que teníamos previsto, decidimos adelantar nuestra salida y pasar un día en Malinas, ciudad que nos encantó y de la que os hablaré en otra entrada posterior.

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