Uno de los castillos del Loira que visité el verano pasado fue Chambord. En realidad, lo había visto hace unos años por fuera ya que en un viaje anterior al Valle del Loira entramos para ver el exterior y el parque que lo rodea ya que antes era gratuito el aparcamiento durante la primera media hora, creo recordar. Ahora hay que pagar por entrar y aparcar, aunque sólo vayas a verlo por fuera, pasar el día en las zonas naturales, etc. La entrada al castillo y los jardines se paga aparte.
Exteriores del castillo
En esta ocasión visitamos el castillo con la visita "en profundidad" (approfondie). Una visita interesantísima realizada por un experto que te permite descubrir Chambord desde un punto de vista más técnico, menos general y que, además, te da la posibilidad de conocer y recorrer rincones a los que no se puede acceder en una visita normal o por tu cuenta. ¡Toda una oportunidad! Eso sí, no apta para todo el mundo ya que considero indispensable tener ciertos conocimientos de arte e historia para disfrutar al máximo de esta visita y, por supuesto, hablar francés, ya que las explicaciones son en ese idioma. He de decir que dicha visita, que en un principio estaba programada para que durara tres horas, se alargó algo más debido al interés mostrado por el grupo y, sobre todo, por el guía, que detallaba cada rincón con el máximo interés y nos sumergía en el universo de Chambord y de Francisco I de una manera única mostrándonos lo más desconocido del castillo y algunos descubrimientos recientes.
Para poder hacer esta visita es necesario disponer del tique de entrada y pagar aparte esta visita especial.
La historia de Chambord comienza en 1519 cuando Francisco I comienza a construir allí una nueva residencia real, justo en una zona rica en caza pero pantanosa. Concibe un palacio mezcla entre las tradiciones medievales y las nuevas ideas renacentistas. Tras su muerte, con el palacio sin acabar, la propiedad para por diversas manos como Gastón de Orleans (quien compra más terreno para ampliar el dominio hasta llegar a su tamaño actual, 5440 hectáreas amuralladas), Luis XIV (continúa las obras y diseña los jardines en una terraza artificial justo en un lateral del castillo), Estanislao I Leszczynski, Mauricio de Sajonia (junto con otras obras termina de crear el jardín a la francesa y construir carreteras) y Enrique, conde de Chambord. En 1930 el Estado francés compra todo el dominio.
La visita que realizamos comienza en el patio para contemplar el donjon y después pasamos a los jardines, recientemente recuperados tal y como fueron concebidos en el siglo XVIII.
Vista de los jardines
Una vez en el interior nos paramos frente a la escalera: una doble escalera de caracol que destaca en el interior del conjunto y que tiene dos rampas que no se cruzan jamás. Se comenta que fue Leonardo da Vinci el que la diseñó aunque esto no está claro, ya que no se conservan planos ni documentación al respecto y, además, ya hay antecedentes de este tipo de escalera en otros edificios.
Escalera interior
Después, visitamos varias estancias para subir por la escalera hasta la segunda planta y contemplar las salas abovedadas con el emblema de Francisco I: la salamandra, presente en todo el conjunto arquitectónico.
Diferentes estancias del castillo
Emblema de Francisco I
La visita libre por Chambord te permite subir hasta las terrazas, desde las que se contempla unas preciosas vistas del dominio y los jardines pero nosotros pudimos entrar y subir hasta la parte más alta de la linterna central. En su interior, recientes estudios han sacado a la luz la decoración en relieve descubriendo que se trata de una réplica exacta de la zona exterior pero distorsionada para adecuarla al espacio.
Vistas de los jardines desde las terrazas
Linterna
Pasamos también por la habitación de Francisco I, la capilla y los apartamentos superiores en los que pudimos contemplar la estructura de madera gracias al desprendimiento del falso techo, que la ha dejado a la vista.
Capilla
Apartamentos superiores
En este tipo de visita no se pasa por todas las salas del castillo por lo que, si quieres verlo al completo, deberás ir antes para aprovechar al máximo tu estancia en Chambord.
Sin duda Chambord es uno de los castillos más bonitos del Loira. No sólo el castillo sino todo su entorno, que te da la posibilidad de ir a pasar el día allí sin más, visites o no el castillo. Puedes recorrer las zonas naturales, sus bosques, pasear, hacer pícnic, etc. La verdad es que Chambord da para más de un día porque puedes visitar el castillo (aunque lo hagas por tu cuenta es una visita larga), los jardines, pasear por sus edificios, por sus bosques (se trata del parque amurallado más grande de Europa) en los que puedes hacer rutas para conocer su flora y su fauna, etc. El dominio de Chambord da para mucho.
Comentarios