Recorriendo Gante

  Cuando fuimos a Bruselas quisimos aprovechar para conocer también alguna ciudad de Flandes y visitamos dos, la maravillosa Brujas y Gante. ¿Por qué Gante y no Amberes o Malinas u otra ciudad? Porque queríamos disfrutar a tope de Bruselas y decidimos estar sólo dos días fuera de la capital así que la elección fue Brujas sí o sí y Gante porque me dijeron que me encantaría y que era la ciudad flamenca más diferente al resto. No se equivocaban, me encantó.
  Llegamos muy pronto una mañana de domingo aprovechando la tarifa week-end del fantástico servicio de trenes belgas y aunque hacía un frío helador (de hecho al día siguiente se puso a nevar como si no hubiera un mañana) nos encaminamos hacia el centro para recorrer todas sus calles y canales.
  Lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de bicis que había en esta ciudad. La verdad es que en Bélgica se ven muchas pero es que aquí, en Gante, nada más bajar del tren ya las ves por todas partes: solas atadas a farolas, amontonadas unas al lado de las otras (quisiera yo saber cómo llega el dueño de alguna de ellas a recogerlas), enganchadas a los lugares más insospechados... Vamos, casi casi como en Florencia.

Bicicletas junto a la estación de tren en Gante 

Bicicletas junto a la estación de tren en Gante
Bicicletas junto a la estación de tren en Gante
  Pasado el asombro de las bicis nos fuimos hacia el corazón de la ciudad y comenzamos por la iglesia y el puente de San Miguel y bordeamos los canales hasta el Castillo de los Condes de Flandes. Justo enfrente entramos en la oficina de turismo para coger algunos folletos (tienen información en español), curiosear en su panel informativo táctil, aprovechar la WiFi para enviar alguna foto y contemplar las preciosas vistas al canal que se pueden ver desde dentro de la oficina ya que tiene una cristalera enorme que da justo encima de uno de los canales y que se puede ver cómodamente sentado en unos sofás que tienen para tal fin.

Puente de San Miguel en Gante
Puente de San Miguel
Iglesia de San Nicolás desde el puente de San Miguel
Iglesia de San Nicolás desde el puente de San Miguel
Castillo de los Condes de Flandes
Castillo de los Condes de Flandes
Casas en el canal en Gante
Casas en el canal
   Tras salir de allí recorrimos las callejuelas del precioso barrio de Patershol, recomendado por una amiga e imprescindible en una visita a Gante. Me encantaron el entramado de calles y sus casas de ladrillo.

Callejuela en Patershol
Callejuela en Patershol
  Desde aquí nos dirigimos a visitar el resto de la ciudad: las iglesias de St-Jacobs (iglesia de Santiago) y San Nicolás, el Belfort, la catedral de San Bavón, el Duivelsteen, las antiguas Lonjas de Pescado y Carne (con sus jamones colgando)...

Iglesia de St-Jacobs en Gante
Iglesia de St-Jacobs
Lonja de carne en Gante
Lonja de carne
Catedral de San Bavón en Gante
Catedral de San Bavón
   Los canales, en esta ocasión, los recorrimos a pie, bordeándolos o cruzándolos para verlos lo mejor posible. No tomamos los barcos que salen para visitarlos como hicimos en Brujas ya que hacía demasiado frío y no teníamos muchas ganas de barco.

Casas en el canal en Gante
Casas en el canal
  Después de esta caminata sólo nos quedaba disfrutar de una buena cerveza belga en algún rinconcito apropiado así que nos acercamos hasta la cervecería Gruut, un poco alejada del centro pero nos apetecía conocerla ya que la habíamos encontrado gracias a la mesa de información de la oficina de turismo y nos llamó la atención. Allí nos fuimos y allí terminamos el día en Gante, de la mejor manera: con una buena cerveza y algo para picar.

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