El Palacio de Parque Florido
El Palacio de Parque Florido es, en la actualidad, el Museo Lázaro Galdiano por lo que es visitable en cualquier momento pudiendo acceder tanto a los jardines como al edificio para visitar su importante colección de arte.
Acceso al museo |
Yo lo había visitado en varias ocasiones pero al verlo en el programa "Bienvenidos a Palacio" me animé a apuntarme ya que la visita se iba a centrar en el edificio en sí más que en la colección y, además, hacía mucho tiempo que no iba. De todas maneras, durante el recorrido por el museo, se pueden ver paneles explicativos sobre el edificio, junto con fotografías antiguas para complementar la visita al edificio si vas por tu cuenta.
El Palacio de Parque Florido es de los pocos palacios que han conservado el jardín original, lo que enriquece el conjunto. Por cierto, el jardín se puede visitar por libre y de manera gratuita sin necesidad de pagar la entrada al museo.
Obras de arte en el jardín |
Exteriores del palacio desde el jardín |
Este palacio, fue mandado construir por el coleccionista de arte José Lázaro Galdiano y su esposa Paula Florido Toledo para establecer su residencia en Madrid y conservar su colección de arte en él. Tras su matrimonio, encargan la construcción en 1904 a José Urioste pidiéndole que el edificio sea de estilo neoclásico, pero desavenencias con el arquitecto hacen que el encargo pase a manos de Joaquín Kramer, con algunas modificaciones. En 1906 se vuelve a cambiar de arquitecto, haciéndose cargo Francisco Borrás. El resultado final es un edificio de planta rectangular con un patio interior cubierto, pórtico en un extremo y una torre en el otro.
Interior del pórtico |
La decoración interior es encargada a Manuel Castaños y Juan Vancell bajo la dirección y diseños de Francisco Borrás que impuso un estilo renacentista en la planta noble y un estilo Luis XVI en la primera. Entre 1906 y 1908, Eugenio Lucas Villamil se dedicó a la pintura de los techos.
Decoración interior |
Tanto el edificio como la importantísima colección de arte fueron donados al Estado español y en 1951 se inaugura el museo, tras una serie de transformaciones y reformas en el edificio para adaptarlo al nuevo uso.
Salas del museo |
Patio interior |
La visita con la guía de "Bienvenidos a Palacio" comienza por los jardines y continúa después en el edificio, recorriendo las distintas salas, el pórtico y las diferentes plantas.
Es verdad que, a diferencia de otros edificios del programa, esta visita se "desluce" un poco en cuanto a la visión arquitectónica ya que al utilizarse las distintas salas como salas de exposiciones de un museo, las diferentes vitrinas, objetos y obras de arte que llenan el espacio no permiten contemplar bien los aspectos constructivos o decorativos. Además, es un museo en el que suele haber bastante público debido a su importancia, nada que ver con otros palacios en los que no se permite el acceso y la visita es únicamente para el grupo.
El jardín fue una de las zonas que más me gustó y sorprendió del palacio ya que reconozco que las otras veces que había ido no lo había recorrido con detenimiento. Su diseño se basa en el estilo paisajista francés del siglo XIX pero adaptado al clima madrileño. Sólo se sabe que Alfonso Spalla trabaja en él creando un estilo mixto. Tiene una gran riqueza de especies arbóreas que, junto con la colección de arte que se reparte por el entorno, hacen de él un paseo de lo más agradable e interesante.
Ya en el interior, recorrimos las diferentes salas, el pórtico, el patio interior cubierto, etc. Destaca su ascensor, que es uno de los más antiguos de Madrid (junto con el del Palacio Real) y, como no podía ser de otra manera, la fantástica colección de arte que atesora en su interior.
Es destacable también la atención al detalle en la decoración y en los apliques de techos y paredes para iluminar y mostrar mejor la colección de arte y todas sus obras y objetos.
Supongo que en una primera visita a la ciudad nadie se plantea alejarse tanto del centro para ver este museo pero realmente merece la pena visitarlo si se tiene ocasión.
El jardín fue una de las zonas que más me gustó y sorprendió del palacio ya que reconozco que las otras veces que había ido no lo había recorrido con detenimiento. Su diseño se basa en el estilo paisajista francés del siglo XIX pero adaptado al clima madrileño. Sólo se sabe que Alfonso Spalla trabaja en él creando un estilo mixto. Tiene una gran riqueza de especies arbóreas que, junto con la colección de arte que se reparte por el entorno, hacen de él un paseo de lo más agradable e interesante.
Ya en el interior, recorrimos las diferentes salas, el pórtico, el patio interior cubierto, etc. Destaca su ascensor, que es uno de los más antiguos de Madrid (junto con el del Palacio Real) y, como no podía ser de otra manera, la fantástica colección de arte que atesora en su interior.
Ascensor |
Supongo que en una primera visita a la ciudad nadie se plantea alejarse tanto del centro para ver este museo pero realmente merece la pena visitarlo si se tiene ocasión.
Datos prácticos
Palacio de Parque Florido (Museo Lázaro Galdiano)
Calle Serrano, 122, Madrid, España
Visita gratuita previa reserva con el programa "Bienvenidos a Palacio". Tarifa general del museo: 6€
Visita guiada
Horario del museo: de martes a sábado de 10:00 a 16:30, domingos de 10:00 a 15:00
Se pueden realizar fotografías sin flash
Duración de la visita: una hora
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