La Escuela Superior de Canto se ubica en el antiguo Palacio Bauer, cuya visita pude realizar con
"Bienvenidos a Palacio". La verdad es que es uno de los edificios que más me ha sorprendido y gustado de los visitados este año ya que nunca me había fijado en él y la verdad es que esconde verdaderas maravillas en su interior. Es un edificio al que no se puede acceder para hacer una visita turística debido a su uso actual, lo único que se podría ver como visitante sería el teatro pero siempre y cuando se vaya a un concierto, claro.
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| Exterior del Palacio Bauer |
El edificio fue construido en el siglo XVIII para los marqueses de Guadalcázar pasando a la familia de banqueros Bauer a finales del siglo XIX, quienes encargaron a Arturo Mélida la reforma del palacio, su decoración y reorganización del interior con nuevas estancias abiertas al jardín y distribuidas en torno a una escalera principal.
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| Interior de la entrada |
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| Escalera principal |
Del conjunto destacaban sin duda su precioso Salón de Baile (hoy alterado y convertido en teatro de la escuela) decorado con mármoles, bronces, pinturas murales, etc. Y también el desaparecido Saloncito Bauer, utilizado como sala de recibir por la familia y decorado por Mariano Benlliure, cuyos elementos decorativos se encuentran actualmente repartidos entre varios museos y colecciones privadas.
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| Salón de baile |
La quiebra de los Bauer hicieron que la familia acabase abandonando y vendiendo el palacio en los años 40 al Ministerio de Educación quien lo dedicó a Conservatorio de Música. En 1970 Manuel González Valcárcel es elegido para reformar el antiguo palacio y dedicarlo a Escuela de Canto.
Durante la visita, recorrimos los diferentes espacios del antiguo palacio. Primero, el hall y la escalera, en la que admiramos su sencilla pero interesante decoración con las iniciales de la familia.
Después, visitamos el Salón de Baile (hoy teatro) para admirar lo que queda de decoración, realizada, firmada y fechada por Arturo Mélida. Sin embargo, este espacio se encuentra muy alterado y ha perdido su aspecto original así como gran parte de la decoración.
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| Uno de los salones |
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| Detalle de la escalera interior |
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| Salón con decoración de fauno |
Pasamos por diversos saloncitos con una interesante decoración, puertas también decoradas, ventanales con vidrieras y una bonita escalera de madera. En toda la decoración hay un elemento unificador: el fauno, que se repite por todo el palacio para aunar espacios. Quiero destacar, en una de las salas, las preciosas grisallas que representan las cuatro estaciones y que son una verdadera maravilla.
También visitamos el acogedor jardín interior aunque, según nos comentó la guía, su aspecto actual no es el original del palacio.
La fachada, sencilla y de ladrillo, no indica al caminante la riqueza decorativa de su interior.
Datos prácticos
Calle de San Bernardo, 44, Madrid, España
Visita gratuita previa reserva
Duración de la visita: una hora
Se pueden realizar fotografías
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