La Sierra del Rincón

  La Sierra del Rincón se encuentra al Noreste de la provincia de Madrid, lindando ya con Guadalajara su parte más extrema. Yo la visité el día que fuimos al Hayedo de Montejo y desde luego me dio pena ir sólo un día, apetece quedarse a pasar unos cuantos, recorrer todos sus pueblos y hacer las diferentes rutas de senderismo que hay por la zona.

  Dentro de la Sierra se encuentran cinco pueblos que, por desgracia, no pudimos visitar todos ya que fuimos en noviembre, los días son cortos y no te cunde tanto y, además, parte de la tarde la invertimos en recorrer el Hayedo así que, como digo siempre, habrá que volver.

  Por otra parte, hay que decir que fuimos un lunes, que era el día que podíamos y que conseguimos plaza para entrar al hayedo. Ventaja: al ser lunes no había casi turistas y pudimos pasear por la zona con total calma y disfrutar de los bonitos pueblos y paisajes. Desventaja: muchas cosas estaban cerradas y no pudimos entrar al museo de Horcajuelo, ni a la fragua, ni a las iglesias... ¡Una pena!

  A pesar de que madrugamos, sólo nos dio tiempo a visitar tres de los pueblos ya que lo primero que hicimos fue ir al Centro de Interpretación de Montejo de la Sierra a por nuestros pases para el Hayedo y allí ya nos tiramos un rato. Además, vivimos lejos y tardamos más en llegar de lo que creíamos entre atascos y demás. Pero en fin, una vez allí nuestro circuito fue el siguiente:

1. Horcajuelo de la Sierra: el pueblo que más me gustó de los que vimos. Un encantador pueblecito en el que abundan las casas típicas de la zona y cuyas nuevas casas respetan la imagen tradicional de las antiguas. Aquí pudimos disfrutar de sus preciosos rincones, las vistas, pudimos ver el potro de herrar (adaptación moderna) ya que se encuentra en una placita a modo de museo urbano. Desde luego invita a quedarse.

Potro de herrar en Horcajuelo de la Sierra

Museo Etonológico en Horcajuelo de la Sierra

Casa en Horcajuelo de la Sierra

Vistas desde Horcajuelo de la Sierra

1. Montejo de la Sierra: aquí vimos el Centro de Interpretación en el que nos dieron información sobre otras rutas de senderismo y los pueblos de la zona. Merece la pena entrar ya que tiene una exposición interesante y gratuita sobre los oficios tradicionales, la flora y la fauna de la Sierra del Rincón. Recorrimos el pueblo y visitamos el toril, el potro, la fuente, la ermita de la Soledad, la iglesia de San Pedro en Cátedra (ambas por fuera por encontrarse cerradas) y el horno suspendido. He de decir que fue el pueblo que menos me gustó ya que no conserva el casco tan bien como otros aunque me encantaron los buzones de sus casas siguiendo la estética de la arquitectura tradicional.

Potro de herrar en Montejo de la Sierra

Toril en Montejo de la Sierra

Casa tradicional y buzón en Montejo de la Sierra

Iglesia de San Pedro en Cátedra en Montejo de la Sierra

Horno suspendido en Montejo de la Sierra

• Desde el Centro de Interpretación fuimos dando un paseo hasta un "mirador" que da al valle: hay que seguir un poco la carretera que va hacia el Hayedo y pasada una zona de aparcamiento subir por una cuesta hasta unas rocas (rocas de esquistos). Sólo te llevará unos 10 minutos. Desde ahí parte una de las rutas de senderismo que hay en el pueblo.

Centro de Interpretación en Montejo de la Sierra

Vistas desde el "mirador" de Montejo de la Sierra

1. Prádena del Rincón: tras visitar el Hayedo dimos un paseo por este pueblo, ya de vuelta hacia Madrid. Fue una pena que estuviera anocheciendo ya que fue un paseo rápido, por eso y porque comenzó a hacer mucho frío como para estar paseando. Son destacables, no obstante, su iglesia con tumbas antropomorfas y su horno tradicional.

Plaza e iglesia en Prádena del Rincón

Tumbas antropomorfas en Prádena del Rincón

Horno tradicional en Prádena del Rincón

  Los otros dos pueblos que nos quedaron por visitar fueron: La Hiruela y Puebla de la Sierra. Me quedé con ganas de ver los dos pero sobre todo de pasear por La Hiruela ya que, según he leído, conserva la imagen tradicional de sus casas igual que en Horcajuelo.
  Me anoto esta excursión para otro momento, quizá en primavera cuando los días son más largos para poder aprovechar y hacer alguna rutilla de senderismo y visitar los pueblos restantes.