El Pozo de los Aines
A escasa distancia del pueblo de Grisel (tan sólo 1 km) se encuentra el Pozo de los Aines, un hundimiento o dolina natural que se produjo por efecto de las aguas subterráneas. El resultado: un enorme pozo que impresiona nada más llegar y al que merece la pena acercarse si estás en las proximidades ya que se llega dando un agradable paseo.
El nombre le viene de ayn, en árabe, que significa "manantial" o "fuente" y su origen es bastante reciente ya que data de la Baja Edad Media, aunque otros investigadores defienden que pudo utilizarse como suministro de agua para riego ya en época romana y musulmana. Por el contrario, otra leyenda dice que su nombre proviene de Inés, una muchacha que cayó al pozo y murió allí por lo que se llamó "El Pozo de la Inés" que, con el paso del tiempo fue transformándose en "El Pozo de los Aines". En fin, cada zona siempre tiene su leyenda o anécdota y leyendas hay miles. Este pozo no se queda atrás.
Imagen: www.grisel.info |
El nombre le viene de ayn, en árabe, que significa "manantial" o "fuente" y su origen es bastante reciente ya que data de la Baja Edad Media, aunque otros investigadores defienden que pudo utilizarse como suministro de agua para riego ya en época romana y musulmana. Por el contrario, otra leyenda dice que su nombre proviene de Inés, una muchacha que cayó al pozo y murió allí por lo que se llamó "El Pozo de la Inés" que, con el paso del tiempo fue transformándose en "El Pozo de los Aines". En fin, cada zona siempre tiene su leyenda o anécdota y leyendas hay miles. Este pozo no se queda atrás.
En cuanto a su origen, hay también varias historias populares: una cuenta que en 1535 un morisco llamado Hamet-Ben-Larbi se saltó el precepto de ir a misa un día de "fiesta de guardar" y se fue a trabajar la tierra. Cuando estaba trillando, el suelo se venció bajo sus pies y el moro desapareció en el pozo, según los lugareños, como castigo por no haber ido a misa.
Otras historias cuentan que vivían ermitaños (por las cuevas que hay en el pozo), que estaba comunicado por pasadizos al castillo del pueblo...
Ahora que te ha picado la curiosidad, debes saber que, aunque se puede llegar en coche hasta casi el olivar en el que se encuentra el "Pozo de los Aines" y dejarlo en un aparcamiento (5 minutos caminando desde allí), te recomiendo ir caminando desde el pueblo. Son sólo unos minutos, el paseo no es difícil y está bien indicado. Nosotros en 45 minutos fuimos y volvimos, caminando despacio y estando un buen rato en el mirador.
Al llegar allí, verás un enorme pozo de 22 m. de apertura y 23 m. de profundidad. Para verlo, aparte de rodearlo por el camino, puedes bajar unas escaleras hasta la cueva, donde hay un mirador sobre el vacío de este pozo y desde el que puedes admirar su profundidad.
En el interior, se ve abundante vegetación debido a la humedad y el agua que el pozo contiene. Numerosas plantas que contrastan con la sequedad y lo árido del terreno circundante y del pueblo de Grisel y alrededores.
Datos prácticos
Grisel, Zaragoza, España
Tiempo total: 45 minutos ida y vuelta
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